El tamaño de partícula y la distribución de pigmentos que cambian de color impactan significativamente sus efectos de cambio de color, manifestándose de varias maneras específicas.
Generalmente, las partículas de pigmento más pequeñas con una superficie específica mayor exhiben una mayor fuerza colorante y una mejor saturación. Esto se debe a que las partículas más pequeñas pueden interactuar más eficazmente con la luz, lo que provoca interferencias y dispersión que producen colores más brillantes y saturados en el ojo del observador. Por ejemplo, los pigmentos transparentes tienen tamaños de partículas pequeños, un alto poder colorante y tienden a tener un tono amarillento. Por el contrario, los pigmentos opacos tienen partículas de mayor tamaño, menor poder colorante y tienden a tener un tono rojizo.
Las partículas de pigmento más pequeñas generalmente tienen una resistencia al calor relativamente peor. Esto se debe a que la mayor superficie específica de las partículas pequeñas aumenta su área de contacto con el aire, haciéndolas más susceptibles al calor y la luz, lo que acelera el envejecimiento. Por otro lado, las partículas de pigmento pequeñas también tienen una peor resistencia a la luz. Bajo la exposición a la luz, las partículas más pequeñas se ven afectadas más fácilmente por la fotooxidación, lo que provoca cambios o decoloración del color.
El tamaño de las partículas de pigmento afecta en gran medida su dispersabilidad. Normalmente, los espacios entre partículas pequeñas son más pequeños en comparación con los que hay entre partículas grandes, lo que da como resultado una tasa de humectación y penetración más lenta de la resina portadora en las partículas más pequeñas. Esto afecta a la dispersión final de las partículas de pigmento. Los pigmentos con partículas más grandes son relativamente más fáciles de humedecer y logran una mejor dispersión. Por lo tanto, una distribución adecuada del tamaño de partículas es crucial para mejorar la dispersabilidad y el rendimiento de los pigmentos.
A medida que el tamaño de las partículas de pigmento disminuye en el medio de dispersión, la transparencia y el brillo del pigmento suelen aumentar. Esto se debe a que las partículas de pigmento más pequeñas reducen la dispersión y difusión de la luz en la película de recubrimiento, mejorando la transmisión y reflectividad de la luz.
La uniformidad del tamaño y la distribución de las partículas de pigmento también afecta la sensibilidad de los pigmentos al cambio de color. Cuando el tamaño y la distribución de las partículas son más uniformes, el proceso de cambio de color tiende a ser más suave y consistente, lo que resulta en cambios de color más sensibles y notables.
El tamaño de las partículas y la distribución de los pigmentos que cambian de color tienen múltiples impactos en sus efectos de cambio de color. Al preparar y aplicar pigmentos que cambian de color, es esencial considerar plenamente la influencia del tamaño y la distribución de las partículas en el rendimiento. La optimización de los procesos de preparación y el control de los parámetros pueden lograr los mejores efectos de cambio de color y rendimiento de uso.